«Todo para todos»

El protagonista de la educación es el niño/a. No el maestro, ni siquiera el conocimiento. El protagonista de la educación es el educando. Esta afirmación no es exclusiva de Manjón, María Montessori, Jean Piaget, Lev Vygotsky, John Dewey, Rudolf Steiner y Loris Malaguzzi (Reggio Emilia) y algunos más, convencidos de esto cambiaron el paradigma educativo poniendo el acento en los niños y en cómo perciben el mundo que les rodea.

El protagonista de la educación es el niño/a.

Tal y como afirma (Álvarez Rodríguez, 2001) Manjón mantiene que el principal educador no se encuentra fuera del niño, sino en el mismo niño, lo que sugiere la necesidad de una mayor participación del alumno en su proceso de formación.

El planteamiento es muy interesante que se haga hace un siglo, pudiera parecer que los caminos iniciados en la renovación pedagógica sólo sean de estos últimos 20 años, pero no es cierto ya que hay muchos neurocientíficos, docentes, pedagogos y divulgadores de renombre que mantienen que los niños tienen el mecanismo interno preparado para aprender por si mismos.

La educación no se limita a instrucción.

Partir de la experiencia, vivir la interacción con el entorno en primera persona con un adulto, educador o maestro que guía y aporta lo necesario para que se asiente el conocimiento. “La educación no se limita a la instrucción. No equivale la instrucción a la educación porque aquella es una parte y ésta es el todo. Buena es la enseñanza que educa y enseña”​​. Su propuesta es clara: establecer otras relaciones no autoritarias entre el conocimiento, los docentes y los educandos.

En el modelo tradicional el CONOCIMIENTO (D) tiene poder[1], o tiene una influencia directa sobre el DOCENTE (D) y, éste, ejerce poder sobre el EDUCANDO (E). En esta propuesta el conocimiento es lo importante, la razón, la memoria o el análisis se convierte en los pilares de la educación.

El modelo que promueve Manjón, desde su brillante intuición, es que las relaciones entre los elementos de la educación son bidireccionales.  De alguna forma todo ejerce un poder o influencia sobre el resto.

El niño se acerca al conocimiento de forma cotidiana, investiga cómo un caracol sube por un cristal y deja su baba, investiga cómo se cae el taco de madera con el que juega, investiga y busca respuestas sobre el movimiento automático del aquel coche que le regalaron. El niño sin interacción con el adulto aprende el conocimiento, pero, si además el adulto interviene como un guía o acompañante manjoniano los resultados son espectaculares. Bidireccionalidad.

El docente se acerca al conocimiento para enriquecer su práctica en el aula per al mismo tiempo aprende de su relación con su alumnado. Bidireccionalidad.

Y, por último, el conocimiento y aprendizaje se produce de la interacción de los dos elementos. Bidireccionalidad.

Otra mirada para el aula

Recientemente he podido asistir a un Taller sobre: “Otra mirada para el aula” con Saville Kushner[2] en la que nos proponía descubrir nuestra práctica docente con otra mirada de forma que se retroalimente nuestras hipótesis desde nuestra propia investigación.

Es decir, nuestra praxis se alimenta de lo que sabemos, de lo que nos formamos, pero raramente utilizamos nuestra praxis para analizar si nuestros alumnos están aprendiendo lo que queremos o no. Nos cuesta hacer hipótesis de nuestra acción. Raramente hacemos una transferencia desde nuestra propia investigación.

Me parece asombroso las coincidencias que este planteamiento del 2024 tiene con las propuestas de Manjón ya que él empieza investigando y analizando desde lo que observa y, poco a poco, va armando el esqueleto pedagógico haciendo este proceso precisamente.

Pero me asombra, aún más, que Saville Kushner propone el modelo correcto el mismo que el modelo manjoniano. Evidentemente Saville no es consciente de esta coincidencia. ¡Qué grande Manjón!

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[1] Rae: Tener expedita la facultad o potencia de hacer algo. Tener facilidad, tiempo o lugar de hacer algo.

[2] Saville Kushner es actualmente profesor emérito y ha desempeñado su trabajo en las universidades de East Anglia y West of England (Reino Unido), y en la Universidad de Auckland, (Nueva Zelanda). Trabajó durante un tiempo para las Naciones Unidas en América Latina y el Caribe (UNICEF) y recientemente ha sido Presidente de la Junta de Evaluación e Investigación para el Programa de Ayuda de Nueva Zelanda. Entre sus publicaciones destacan Personalizing evaluation, Who needs the cuts: Myths of Economic Crisis (escrito en colaboración con Barry Kushner y preseleccionado para el prestigioso premio literario Bread and Roses) y Evaluative Research Methods. – https://sites.google.com/go.ugr.es/pedalab-ugr/novedades/2024-formaci%C3%B3n-del-programa-de-doctorado-en-ciencias-de-la-educaci%C3%B3n?authuser=0

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